CUERPECITO MÍO

La 1:13 pm otro día sentada frente a la Pileta de Regocijo. Hoy en particular he visto los cuerpos de las mujeres. Algunos o casi todos son cuerpos muy bien proporcionados. Con muslos y masa muscular. Pensaba entonces en mi cuerpo. Realmente no sé cómo se verá. No tengo mucho busto, no tengo piernas carnosas ni un trasero sobresaliente. Tampoco llego a presentir mis pantorrillas. Tengo celulitis. Estrías. Mi ombligo se perdió luego del embarazo. Mis senos se achicaron y descendieron un tantito. En fin. Uno diría pobrecito cuerpecito mío. Sin embargo cuando camino es ligero y fácil de llevar. Cuando bailo me siento la mujer más sensual y atractiva, será porque me dejo ser y en el movimiento soy mi propia amante, conteniéndose y dilatándose. Cuando enseño, mi cuerpo se transforma y se hace poesía, Haiku, hasta una canción. Cuando pinto es un cuadro maravilloso y los colores mis abismos más profundos haciendo terapia con cada pincelada. Cuando lloro o cuando rio mi cuerpo también lo hace y por supuesto también sueña y sueña mucho. Cuando se enoja hay que ver como se hace una contradicción. Es que tiene mucha personalidad. Y cuando ama mi cuerpo vuela, se desconecta y me trasciende. Como una composición de Sakamoto en su momento cumbre. Mi preciado cuerpo es la más increíble forma de expresarme en este mundo. Como no estar agradecida por tu belleza. Cómo no. Así tenga lo que tenga que nadie se atreva a pedir cambios, rebajas, aumentos, mejoras; este cuerpo tiene lo vivido para bastarse así mismo. Te amo cuerpecito mío.